LA PREGUNTA ES… ¿Y LAS FINANZAS DEL GOBIERNO, ESTÁN MEJOR HOY QUE HACE CUATRO AÑOS?

Hoy vamos a contestarle a Fortuño otra vez su pregunta, pero sobre cómo están las finanzas del Gobierno. ¿La deuda pública, es hoy menor que hace cuatro años?; ¿El crédito del gobierno, está mejor que hace cuatro años? Esa es la pregunta y la respuesta es NO y, una vez más, la explicación surge de los propios datos oficiales.
Durante todo este cuatrienio hemos estado escuchando la cantaleta de que todo es culpa de la pasada administración y del supuesto desastre económico que les dejamos. Pero antes de entrar en el tema de presupuesto y la deuda pública, es menester aclarar quien tenía el poder de legislar durante el cuatrienio que tuve el honor de ser Gobernador. De los 114 proyectos de ley que propuse, la Legislatura del PNP y de Fortuño solo aprobó 33, es decir, menos de una tercera parte de mis propuestas fueron convertidas en ley. En contraste, de las 796 leyes que se aprobaron durante mi cuatrienio, 612 fueron originadas por legisladores del PNP. Es decir, 75.8% de las leyes que firmé fueron propuestas del PNP. En palabras sencillas, las leyes que se aprobaron durante la “pasada administración” fueron las leyes del PNP.

No obstante, ya te he explicado que en el 2008 había 130,000 empleos más de los que hay hoy, había más negocios, menos quiebras y la gente tenía más dinero en su bolsillo. Todo esto, a pesar de que Fortuño hoy tiene el control absoluto de la Cámara y el Senado, que los precios del petróleo han estado mucho más bajos que en el cuatrienio pasado y que el Presidente Obama le inyectó más de siete mil millones de dólares a nuestra economía.

Hablemos ahora del supuesto déficit de más de $3 mil millones que alegan que heredaron. Cuando presenté mi último presupuesto en el 2008, le informé a la Legislatura de Fortuño y el PNP que hacían falta $1,000 millones para balancear ese presupuesto. Para generar esos dineros, propuse la concesión de la Lotería y una transacción con las deudas morosas de los contribuyentes con Hacienda. Cuando propuse la concesión de la Lotería, se estimaba que podía producir cerca de $3,000 millones para el erario, de los cuales proponía utilizar $500 millones para abonar al cuadre del presupuesto de 2008 y reservar los otros $2,500 millones para que gobiernos futuros atendieran situaciones futuras. En tanto, se estimaba que la transacción con las deudas morosas de Hacienda iba a producir $500 millones más, para totalizar los $1,000 millones que eran necesarios para atender el déficit. Eso fue lo que propuse.

El PNP, con Luis Fortuño como presidente de su conferencia legislativa y candidato a la gobernación, rechazó la concesión de la Lotería y de esa forma agravaron ellos mismos el déficit y se privaron de recursos futuros. Además, estimaron por su cuenta, que la transacción de las deudas morosas de Hacienda iba a produciría $1,000 millones y no los $500 millones que les dijimos. Les advertimos que eso era un error, pero constitucionalmente le correspondía a ellos legislar, porque controlaban la Cámara y el Senado. Al final del camino, la transacción produjo cerca de $400 millones y no los $1,000 millones que Fortuño y su Legislatura dijeron. En otras palabras, fueron ellos los que con sus acciones agravaron el déficit.

Si hubieran aprobado la concesión de la Lotería, Fortuño hubiera asumido el poder en el 2009 con una reserva de más de $2,000 millones para enfrentar la situación presupuestaria, sin tener que recurrir a más préstamos ni al despido de empleados públicos.

Además, al momento de aprobar aquel presupuesto en el 2008, le dijimos a la Legislatura del PNP que se iban a necesitar unos $400 millones adicionales para completar el presupuesto de la tarjeta de salud y decidieron no hacer nada. Esos $400 millones, sobre los cuales ellos decidieron no hacer nada, también los incluyen en el alegado déficit heredado, pero sin reconocer que estaba en sus manos resolverlo antes de que Fortuño asumiera el cargo.

¿Cómo llegan a la cifra de $3,233 millones de déficit? Además de los $1,000 millones originales que les anticipamos y sobre los cuales –repito– ellos no actuaron, y de la insuficiencia de fondos para la tarjeta de salud que acabo de explicar, lo primero que hizo Fortuño fue legislar para que un 1% adicional del IVU pasara al nuevo Fondo de Estabilización Presupuestaria (el fondo que usaron para despedir a miles de empleados públicos). Lo que no te explicó Fortuño ni ningún legislador del PNP es que eso agravó la crisis presupuestaria del gobierno central porque significó quitarle unos $200 millones anuales al Fondo General. En palabras simples, lo que significó fue que al legislar de esa forma, ellos agravaron el déficit estructural en $200 millones anuales, pero para engañarte, lo sumaron al déficit que alegaban que heredaron.

Pero sus engaños y sus mentiras no quedaron ahí. En el presupuesto que presenté en mi último año se incluyó un pago de $175 millones en la emisión de bonos para mejoras permanentes, para pagar líneas de crédito de obras de infraestructura de los pasados años, que se le debían al Banco Gubernamental de Fomento. Estas eran deudas que se arrastraban de gobiernos anteriores al mío y que había que pagar, no eran deudas de gastos operacionales, sino de las que generan las emisiones de bonos para obras de construcción. ¿Qué hizo la Legislatura del PNP en el 2008? No aprobó el pago y para colmo, Fortuño incluyó esa cifra como nueva en el déficit sabiendo que eso no se puede considerar como déficit porque no es de gastos operacionales, sino deuda de mejoras permanentes, que se paga con emisiones de bonos para mejoras permanentes. Segundo y peor todavía, esa deuda no hubiese existido en el 2009 si la Legislatura PNP hubiese aprobado lo que les propuse en el 2008.

Además, en ese cálculo del supuesto déficit de $3,233 millones, Fortuño y sus legisladores del PNP incluyeron deudas que tenían planes de pago de varios años, las cuales acumularon y englobaron como si se tuvieran que pagar inmediatamente, para aumentar el déficit artificialmente. Es como si el préstamo de tu carro, para el cual pagas mensualmente una cantidad y te faltan tres años para pagarlo, alguien te dijera de momento que lo tienes que pagar completo el mes que viene.

El número de ellos incluye también partidas que se refieren a transacciones financieras que no son deudas y que no gravan el Fondo General del gobierno, lo cual no es necesario ni es real.

Como puedes ver, ese alegado déficit de $3,233 millones es más un cálculo político que un cálculo presupuestario y lastimosamente, fue la justificación para el despido de miles de empleados públicos y para tapar su incompetencia y su falta de compromiso con Puerto Rico.

Veamos ahora donde estaba la deuda pública en el 2008 y por donde anda ahora, para que entiendan de verdad el nivel de incompetencia de Fortuño.

Según los datos oficiales de la Junta de Planificación, al terminar el año fiscal 2008, el nivel de la deuda pública bruta ascendía a $46,932 millones. Cuatro años después, al 31 de marzo de 2012, esa deuda se había disparado a $69,275 millones, un aumento de casi 50% (47.6% para ser exacto) durante este cuatrienio. Hoy, los puertorriqueños debemos $22,343 millones más que en el 2008 y eso no es gracias a la pasada administración. Esa es la verdad.

Igual pasa con la deuda de COFINA, la entidad que creamos con parte de los fondos del IVU, con el propósito único de pagar deudas viejas y no para financiar déficits operacionales. De las primeras cosas que hizo Fortuño y su Legislatura del PNP fue enmendar la ley de COFINA para usar sus fondos para financiar déficits operacionales, algo que en mi gobierno estaba prohibido. El resultado fue que al 30 de junio de 2008 la deuda de COFINA ya ascendía a $5,341 millones y para el 30 de junio de 2011, Fortuño la había casi triplicado, llevándola a la cifra astronómica de $14,400 millones. Hoy, Puerto Rico debe $9,059 millones más de bonos de COFINA que los que se debían en el 2008. Esto no es otra cosa que el IVU que con tanto ahínco impuso la Legislatura del PNP y que era para resolver el problema presupuestario, manteniendo los empleos y los servicios al País, Fortuño lo hipotecó y ahora lo que pagas de IVU es para pagar las deudas de este gobierno.

Otra de las cantaletas que repiten Fortuño, sus legisladores y sus jefes de agencia es que el crédito de Puerto Rico se había perdido durante la pasada administración y que ellos lo han salvado. Nuevamente, examinemos la verdad con seriedad. Cuando asumí el cargo de gobernador en enero de 2005 el crédito de Puerto Rico tenía una perspectiva negativa, según la evaluación realizada por las agencias evaluadoras del crédito, Standard & Poor’s y Moody’s. Gracias a las decisiones políticamente costosas que tomé, la mayoría de estas sin el apoyo de la Legislatura del PNP, logramos cambiar esa evaluación de negativa a estable. Así lo reconoció Standard & Poor’s en su informe de marzo de 2008, cuando al devolvernos el nivel de crédito estable, dijo:

“Aunque tener déficits presupuestarios no es algo nuevo para Puerto Rico, la naturaleza del déficit en los pasados dos años es sustancialmente diferente a años anteriores. En los años noventa y en el principio de este siglo, los déficits presupuestarios se debieron, fundamentalmente, al resultado de la falta de controles en el gasto público y a un aumento desmedido en la nómina pública. Sin embargo, desde el tranque presupuestario que llevó al cierre del Gobierno y la aprobación de la Ley de Reforma Fiscal de 2006, el control de gasto ha mejorado, aunque los ingresos estimados no se han logrado por la situación de recesión económica. El presupuesto para el año fiscal 2009 es el tercer año consecutivo con gastos presupuestados por debajo del nivel del año fiscal 2006”. (Traducción nuestra, énfasis suplido.)

Esa es la verdad. Luis Fortuño recibió un gobierno con una perspectiva crediticia estable y hoy, por sus acciones y su incompetencia, las agencias evaluadoras del crédito de Puerto Rico, lo han llevado a una perspectiva negativa, a pesar de tener una Legislatura de su propio partido. En palabras sencillas, en el 2008, el crédito de Puerto Rico tenía una perspectiva estable. Hoy, en el 2012, tiene una perspectiva negativa.

Así que a la pregunta de Fortuño, la contestación es clara y contundente: NO, en el tema de las finanzas del Gobierno de Puerto Rico, no estamos mejor hoy que lo que estábamos en el 2008. Hoy tenemos mucha más deuda pública, el gobierno está mucho más embrollao que en el 2008 y la perspectiva del crédito del gobierno es negativa cuando en el 2008 era estable. Estoy seguro que el 6 de noviembre la pregunta de Fortuño el pueblo la contestará en las urnas votando por Alejandro García Padilla y el Partido Popular Democrático en las tres papeletas.