Un año perdido

El Departamento de Educación (DE) se ha convertido en otra víctima del desgobierno y la ineptitud de los pasados 11 meses. Una tragedia para todos los que aspiramos a un Puerto Rico mejor para nuestros hijos e hijas. Sé que dirigir efectivamente ese Departamento no es tarea fácil, pero también sé que se puede lograr con visión, con voluntad y con determinación. Lamentablemente, en este año 2009 se ha perdido todo lo que con gran esfuerzo se había adelantado.
Hace casi dos años, el 17 de diciembre de 2007, el Secretario Rafael Aragunde y yo firmamos en el Departamento de Educación federal, en Washington DC, un Memorando de Acuerdo (Memorandum of Agreement o MOA) en el que se reconocían los avances que habíamos logrado en el DE, pero más importante que eso, en ese Memorando se establecía la agenda de cambio y las metas futuras que nuestro Departamento de Educación tenía que cumplir para modernizarse en el manejo de los fondos federales que recibe y garantizar su uso adecuado. Fue un día de celebración en nuestra administración porque constituía una paso firme hacia adelante y una señal clara de que el Gobierno federal reconocía que los tiempos del Víctor Fajardo y del descontrol en Educación habían quedado atrás. Llegar hasta ese punto requirió de muchos esfuerzos de mucha gente y de tomar decisiones difíciles y hasta antipáticas.

El año 2008 fue un año de trabajo duró para cumplir con lo acordado y de acelerar el cambio favorable en Educación. Toda esa labor fue dirigida con éxito por el secretario Aragunde y por Ramón de Azua, un puertorriqueño joven y talentoso que dirigía la oficina de Asuntos Federales del Departamento de Educación. En agosto de 2008 todo el equipo de funcionarios federales encargado de supervisar el acuerdo, encabezado por el director de “Risk Management Service” del Departamento de Educación federal, Philip Maestre, visitó las diferentes dependencias de nuestro Departamento y al concluir su ronda de visitas de varios días se reunieron conmigo en La Fortaleza el 5 de agosto. Estas fueron las expresiones del señor Maestre a la prensa al salir de esa reunión: “en los pasados dos años hemos visto progresos sorprendentes. Nuestro mensaje es: mantengan el curso y haciendo lo que están haciendo”. (Video disponible en: YouTube).

Me siento en la obligación de explicar que a pesar de haber perdido las elecciones, en nuestra administración no nos detuvimos en las gestiones necesarias para la continuación del cumplimiento de los acuerdos. Para los funcionarios del Departamento y para mí, este acuerdo no estaba y no podía estar sujeto a los vaivenes electorales. De hecho, garantizar el cumplimiento requería de diversas acciones que teníamos que tomar después de pasadas las elecciones, entre estas de nombramiento y reclutamiento de personal, que no se podían detener. Entre el 8 y el 10 de diciembre de 2008 el equipo de funcionarios federales regresó a Puerto Rico para constatar cómo andábamos en la implantación de lo acordado. El resultado de esa evaluación quedó plasmado en una carta-informe que Maestre nos envió a Aragunde y a mí el 30 de diciembre de 2008. (Descargue el anejo)

En esta carta-informe de 31 páginas, el Departamento de Educación federal detalla claramente los avances alcanzados y marca la ruta que ya habíamos trazados y que según la agencia federal, tenía que continuarse. Toda esta información se compartió con el gobierno entrante. Palabras como “satisfechos”, “progreso” y “progreso significativo”, se repiten en varias partes del documento, que señala los pasos de continuidad que el nuevo gobierno debía seguir en el 2009. Cito directamente de este informe:

“En general, estamos complacidos con el progreso que el Departamento de Educación de Puerto Rico (DEPR) ha logrado en completar muchas de las acciones establecidas en el MOA, con la excepción de cuatro áreas que señalamos más adelante. Aunque queda mucho trabajo por hacer, el DEPR ha logrado grandes avances en los pasados cuatro años en camino a implantar diversos nuevos procesos en el manejo de asignaciones, administración y manejos fiscales.

Mucho trabajo se ha completado, especialmente en lo relacionado a la implantación y operación de los muchos sistemas de información tecnológica, en particular el SIS (Student Information System); la implantación de mejores procesos de planificación pre-asignaciones; la implantación de las actividades enumeradas en el “Progress Tracking Tool” en cuanto a la implantación de programas; y la implantación de acciones de progreso en educación especial.” (Traducción nuestra y énfasis suplido)

El informe enumera cuatro áreas de preocupación, que aunque no estaban en crisis ni amenazaban el manejo de los fondos federales que recibe el DE, debían atenderse prioritariamente porque apuntaban a ciertos atrasos o dificultades. En su carta, Maestre termina con las siguientes palabras:

“En conclusión, el Departamento (federal) quiere dar las gracias al señor Ramón de Azua y a su equipo por su trabajo arduo y el apoyo que dieron durante la reciente visita del Departamento (federal). El Departamento aprecia la cantidad de tiempo y esfuerzo que el equipo del DEPR ha dedicado a implantar las acciones delineadas en el MOA. El Departamento (federal) quiere también agradecer al Secretario Aragunde y al Gobernador Acevedo Vilá por su continuo apoyo al trabajo del DEPR en implantar estos cambios significativos al sistema que eventualmente nos llevarán a mejorar el aprovechamiento académico de los estudiantes de Puerto Rico

Cuatro días después de este informe, Luis Fortuño juró como Gobernador proclamando en su mensaje inaugural que “el gobierno es el problema” y que llego el cambio. Desafortunadamente, en lugar de darle continuidad a la labor que habíamos comenzado y que era lo que los funcionarios de Educación federal esperaban, el cambio fue hacia el retroceso.

Al día de hoy, nadie conoce cuál es la política educativa de la Administración Fortuño y no se conoce de una sola nueva iniciativa en educación. La implantación de los acuerdos con el Departamento de Educación federal se detuvo y Ramón de Azua (quien se había ganado la confianza de las autoridades federales) fue removido de su puesto de director de la oficina de Asuntos Federales y relegado a funciones inocuas, por lo cual eventualmente renunció. El Director de Asunto Federales nombrado por el Secretario Chardón tuvo que ser despedido y es de conocimiento público que se removió o despidió personal que era fundamental para cumplir con los acuerdos federales. Además de todo esto, tuvimos el peor inicio de clases en la historia reciente del DE y tan reciente como este fin de semana, se publica que Fortuño dio instrucciones para que posiciones claves a nivel regional y local en el DE sean nombrados por las juntas regionales del PNP. Desde el verano el Departamento de Educación federal ha estado levantado su voz de alerta y su preocupación por el rumbo que el “cambio” trajo al DE, pero es evidente que el DE sigue a la deriva.

La sindicatura federal a la que estuvo sometido el DE por los desmanes y la corrupción del gobierno del PNP y Víctor Fajardo parece estar a la vuelta de la esquina. Sindicatura de la cual salió el Departamento tras ocho años de esfuerzo y dedicación del Partido Popular. Ya el año 2009 se perdió, se nos fue, pero aún hay tiempo para que la situación se atienda sustantivamente, sin excusas y sin politiquería. Es urgente que regresemos al curso de progreso que ya se había trazado y que nos llevará, en palabras del propio Gobierno federal, a “mejorar el aprovechamiento académico de los estudiantes de Puerto Rico.”