(publicada por El Nuevo Día el 12 de enero de 2017
Las primeras acciones del nuevo gobierno sobre su propuesta para traer la estadidad son confusas y contradictorias y se apartan de lo que el gobernador Ricardo Rosselló consignó en su plan de gobierno y durante la campaña política.
No existe un mandato del pueblo de Puerto Rico para pedir la estadidad. La mayoría de los puertorriqueños nunca ha votado para pedirla y así quedó demostrado en el plebiscito de 2012 cuando la estadidad obtuvo, solamente, el 44% de los votos. Quizás por eso es que Ricardo Rosselló dijo durante la campaña que las elecciones eran plebiscitarias y que un voto por él era un voto por la estadidad. Pero esas elecciones, las ganó con solo el 42% de los votos, lo que claramente, tampoco constituye un mandato por la estadidad.
De ahí viene la primera contradicción, porque ha sido con algunos de sus primeros actos que ha admitido que no tiene dicho mandato. Aunque en su mensaje de toma de posesión, Ricardo Rosselló, dijo que iba a presentar en Washington un proyecto para que Puerto Rico sea admitido como estado, eso no fue lo que hizo. También dijo que, paralelamente, iba a impulsar en Puerto Rico el llamado Plan Tennessee, para designar cinco congresistas y dos senadores para, en representación del Estado de Puerto Rico, cabildear a favor de la estadidad. Pero el proyecto de ley sometido por la comisionada residente, Jennifer González, primero propone celebrar un plebiscito de estadidad vs. independencia, y luego, presumiendo el triunfo de la estadidad, esta vendría en el 2025 y no ahora. El día que juró, la comisionada residente dijo que ella iba a ser la última persona en ocupar ese cargo este cuatrienio, pero al día siguiente, presentó una legislación que posterga la estadidad por dos cuatrienios.
Nos dijeron durante la campaña que la estadidad era la solución a nuestra crisis económica, pero ahora, si el Congreso aprobara el proyecto sometido, la estadidad no vendría hasta dentro de 9 años. ¿Nos están diciendo que la crisis va a durar hasta el 2025, o es que la van a resolver sin la estadidad? Es evidente que en algún lugar el PNP falta a la verdad. Es obvio que más que un Plan Tennessee, estamos ante un Plan Frenesí. Pedir la estadidad en el momento de crisis económica que vivimos y sin un mandato verdadero, es un acto de delirio de poder.
El Plan Tennessee, un mecanismo usado en el Siglo XVIII, es doblemente anti-democrático. Tennessee fue admitido como estado en 1796 cuando George Washington todavía era presidente luego de que los residentes apoyaron la estadidad con más del 70% de los votos. En aquél momento, el territorio eligió sus congresistas y senadores para que asumieran el cargo. En cuestión de meses, Tennessee fue admitido, pero la realidad es que los paralelos entre Tennessee en 1796 y Puerto Rico hoy son ningunos.
Aquí no solo no hay mandato para eso, sino que el nuevo gobernador ha dicho que designará a los congresistas que irían a Washington para representar al Estado de Puerto Rico y, hacer eso en lugar de elegirlos, es otra burla a todos los puertorriqueños. ¿Para que van a usar el Plan Tennessee si el propio proyecto de ley dice que no pasará nada hasta el 2025? Ese mecanismo es para pedir la estadidad inmediatamente, no a plazos.
Y como si fuera poco engaño, se han sacado de la manga un plebiscito de estadidad vs. independencia cuando en ninguna página del plan de gobierno del PNP se menciona ese plebiscito. Es obvio que de lo que se trata es de una movida desesperada e improvisada para fabricar una súper mayoría a favor de la estadidad excluyendo a la mayor parte de los puertorriqueños, que defienden una relación de asociación digna con Estados Unidos.
El Plan Frenesí no va a resolver el problema colonial de Puerto Rico, de hecho, es la repetición de los trucos del PNP en los plebiscitos de 1998 y 2012, que se quedaron en nada.