En julio de 2013, anunciará el despido de 30,000 empleados públicos más; o el cierre de 200 escuelas, o la privatización del Centro Médico de Río Piedras o todas las anteriores. Eso es lo que puedo decir de la propuesta reforma contributiva que Luis Fortuño presentó ayer
Muchos olvidan cuándo y cómo fue que pronostiqué que Luis Fortuño, de ganar las elecciones, iba a despedir a 30,000 empleados públicos. Fue en el verano de 2008, precisamente, luego de anunciara su reforma contributiva. En aquél momento él dijo que le iba a devolver al bolsillo de la gente $1,500 millones y que lo iba a hacer recortando gastos del gobierno. En ese momento, simple y sencillamente, hice el cálculo: una reducción como esa del presupuesto conllevaba esas consecuencias. Curiosamente, la «excusa» para despedir empleados públicos fue que tenía que reducir el gasto público por el déficit estructural.
Ahora, repite la misma promesa. Pero en un «lapsus» de conciencia, en el propio mensaje de ayer se le zafó la verdad. Dijo y cito: «los alivios contributivos que habremos de legislar para los años 2010, 2011, 2012 y 2013, están asegurados y
entrarán en vigor inmediatamente. Pero los alivios legislados para los años 2014, 2015 y 2016, estarán en vigor luego de que se cumpla con tres pruebas: control de gastos, nivel de ingresos y crecimiento económico».
Qué curioso. ¿Por qué no somete los alivios que ahora propone y legisla a esos mismos criterios de control de gastos, nivel de ingresos y crecimiento económico? La
contestación es sencilla: la de ayer, fue una propuesta de campaña política.
¿Dónde están los estudios económicos serios que sustentan su propuesta? Si los alivios se van a reflejar en la planilla de abril del año que viene, eso significa que afectarán el presupuesto vigente. ¿Dónde está el estimado revisado de ingresos del gobierno para éste año fiscal? Ya sabemos que en los primeros tres meses del año fiscal los recaudos se han caído estrepitosamente, y ahora es claro que se perderán más ingresos por la «reforma». ¿Dónde está el crecimiento económico que sostenga estos cambios? Obviamente, si él sometiese su propuesta de reforma contributiva a los criterios que quiere legislar para el 2013, no los cumpliría. Él sabe muy bien que su propuesta agravará el déficit estructural.
Lo que Fortuño está haciendo es comprando tiempo para tratar de ganar las elecciones
y luego, en el 2013, reconocer que hay un déficit millonario y, entonces, ¿cómo lo va a resolver? Ya sabemos su respuesta, porque la hemos vivido y sufrido en estos dos años.